El sábado pasado participé del encuentro Bienvenido, Bob de septiembre, un Ciclo de Cuentos que organizan Mauricio Koch y Pablo Delgado en Casa Clara (Villa Crespo). Fue una noche preciosa, en la que tuve el gustazo de leer uno de los cuentos que componen Imagina la felicidad, mi último libro publicado. También participaron los escritores: Pablo Ramos, Pía Bouzas y Cecilia Ferreiroa. Me encantó poder compartir con estos muchachos el encuentro.
Bienvenido, Bob es uno de esos ciclos en los que, además de leer, los autores charlan con el público. Los coordinadores se ocupan de hacer una breve introducción a cada autor participante y leen algún fragmento relativo a la escritura de cuentos que han aportado autores destacados del género.
La charla se enfoca de forma muy distendida, algo que me parece buenísimo porque el público tiene oportunidad no sólo de escuchar los cuentos en la voz de los propios autores sino también de preguntar directamente sobre su obra, entre otras cuestiones.
Es un espacio muy cómodo y amigable. Aparte, se pueden conseguir los libros y, por qué no, llevárselos firmados. De paso se puede comer rico. Las muchachas que atienden el espacio Casa Clara son muy amables y cocinan un curry delicioso.
Comparto un video con algunas imágenes de lo que fue el encuentro:
La primera autora que leyó fue Cecilia Ferreiroa, a quien aun no conocía. Leyó uno de los cuentos que componen su libro Señora Planta, publicado en 2017 por Blatt & Ríos. No recuerdo el título exacto pero sí que me pareció un buen cuento, con una cuota muy interesante de humor, algo difícil de lograr en un texto narrativo. Más tarde habló sobre los temas que aborda en los cuentos que componen el libro, sus personajes, el tiempo que le tomó construir estos relatos, la influencia de vivir en Tigre a la hora de escribir, el río y algunas cosas más.
La segunda lectora fue Pía Bouzas, autora argentina que sí conocía pero que he leído poco. Me traje de ella Un largo río (Gárgola Ediciones, 2015) del que espero escribir pronto acá en la sección de libros de #LaAquateca. La prosa de Pía Bouzas es limpia, precisa. Leyó un texto que, según ella misma comentó, se salía del tipo de cuento que suele escribir. Un cuento con cierto matiz erótico y un narrador poco convencional. Me gustó mucho. Sin embargo, habrá que esperar un poco para leerlo porque aun se encuentra inédito. Otros libros de la autora son: El mundo era un lugar maravilloso (Simurg, 2004) que obtuvo el segundo premio del concurso de cuentos Fundación Victoria Ocampo, en 2002. Extranjeras (El fin de la noche, 2011) mención del Fondo Nacional de las Artes en 2007 y finalista del premio Casa de las Américas (Cuba) en 2008. Y El Polaco (El 8vo loco/Milena Caserola, 2013).
Yo leí de tercera, luego de una breve pausa que hicimos para comer algo y darle una mirada a los libros que estaban disponibles para la venta. Seleccioné el cuento "Líbrala de todo mal", un texto que me tomó mucho tiempo escribir y al que le tengo cariño. Luego me hicieron algunas preguntas y, entre una cosa y otra, terminé hablando sobre gastronomía venezolana, el lenguaje, las palabras y los modismos que, creo, no debemos perder estemos donde estemos.
Pablo Ramos fue el autor que cerró la noche. Leyó un cuento titulado "Todo puede suceder". Precioso, realmente, precioso. Me gustó mucho su lectura por el clima que logró transmitir. La charla posterior giró alrededor de algunas cuestiones sobre el oficio en general, sus ganas de escribir un cuento que aprobara Abelardo Castillo, su paso por el taller de Liliana Heker, los comentarios que intercambió alguna vez con colegas. Creo que conocemos mucho más de los autores cuando aparte de leerlos los escuchamos hablar, cuando compartimos al menos un rato de su universo. Pablo Ramos además de narrador es poeta, músico y guionista. Ganó el premio del Fondo Nacional de las Artes y el premio Casa de las América (Cuba). Canta en la banda de rock Analfabetos. Es autor de las novelas El origen de la tristeza y En cinco minutos levántate María y los libros de relatos Cuando lo peor haya pasado y El camino de la luna.
Por último, no quería olvidarme de agradecer a Mauricio Koch y Pablo Delgado por su dedicación. Sé que no es fácil organizar ciclos de este tipo. Ellos lo hacen maravillosamente. Espero volver a visitarlos. Si esta vez no pudiste venir, ojalá que este breve recuento haya podido servirte como un pantallazo de lo que fue. Y si viniste, quizás te haya dado la oportunidad de rememorarlo. Nos veremos la próxima vez.
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