Taller de Lectura | Sobre "Submarinos amarillos" de Carolina Bruck


En el octavo encuentro del Taller de Lectura a Distancia de #LaAquateca leímos el cuento "Submarinos amarillos" de Carolina Bruck. "Tremendo cuento" dijo alguno. "Un hallazgo", dijo otro. En general, disfrutaron la lectura y el material adicional que fuimos incorporando, no solo a este encuentro sino a los anteriores. Te dejo con algunos de los principales comentarios.

Me gustó mucho el cuento. Me hizo estremecer en varias ocasiones, en especial en la parte que menciona las mandarinas amargas, cuánto dice de los verdaderos sentimientos de la nena que en apariencia tiene todo más fácil... 
¡Gracias, Maumy, por el taller! Disfrute muchísimo las lecturas y todo el material extra que nos mandaste vía mail. Ya tengo una nueva lista de libros por leer.
Mirtha Caré

«Muy interesante el cuento de hoy, en línea con todos los que venimos leyendo. Como en los buenos relatos, hay un trasfondo sutil y mucho más atrapante en los silencios de la historia, en lo que no se dice con todas las letras, lo que se va aludiendo y obliga a bucear,  como si el mismo texto te llevara en viaje en submarino. El leitmotiv "Nothing is real" lo leí justo hace poco en un cuento de Levrero, fascinado también por los desdobles de la realidad. Simple pero profundo, y con excelentes referencias a un contexto histórico que ya de por sí es increíble.»
Manuel Montali

«¡Tremendo cuento! Una niña que debe hacer cosas que les corresponden a los adultos y que no termina de comprender bien un mundo para el cual aún no ha madurado. Me pareció fantástica la frase final del párrafo donde narra su menarca: "Esa tarde cuando me bajé del colectivo casi me atropella un auto que pasaba con luz roja". Como si con la llegada de su primer menstruación, la realidad que le tocaba vivir en ese momento la atropellara y la obligara a crecer de golpe. Me dejó como "picando" el tema de si la madre realmente estaría loca y si el nuevo paciente también. O si los tendrían allí dopados por otros motivos. Me estremeció el cuento y me dieron ganas de seguir leyendo a la autora, a quien no conocía. Otra vez más: ¡muchas gracias!»
Andrea Valle Alonso

«Maumy otro gran hallazgo el cuento de Carolina. La soledad sobrevuela toda la historia, una nena que esta sola que tiene que cuidar a su hermano y tiene tanta libertad que están faltando los limites paternos. Una nena que constantemente tiene que adaptarse. Gran cuento.»
Loli Ros

«¡Gracias por presentar a esta autora! Tremenda historia. Cuanto nos dice este cuento, sobre una niñez perdida, el abandono y soledad que algunos chicos pasan y que no tienen un guía. Y lo que enfrentan con tan corta edad. Gracias una vez más.»
Miku Devin

El cuento me impactó, pues al principio hay que ir imaginando, paso a paso y con cierto esfuerzo, quién es esta niña o joven, qué le está sucediendo, en qué espacio se desarrolla la historia; porque todo resulta muy atípico. La voz elegida le permite a la autora manejar de forma brillante los tiempos, el misterio, las circunstancias presentadas de forma siempre fragmentaria (no se le explica al lector claramente qué pasa con el personaje). Y el lector va comprendiendo de a poco gracias a la información arbitrariamente seleccionada y suministrada acerca del hermano, de la abuela, del padre, de la maestra, de los buzos, de los otros internos en la clínica, de Guillermina, etc. Uno de los grandes logros del cuento es justamente esa particular forma en que la niña va construyendo e introduciendo al lector en su vida, sus actividades, sus responsabilidades, sus emociones. Y así lentamente, como a través de pinceladas irracionales, el lector se sumerge en el contradictorio mundo del personaje, un mundo cargado de irracionalidades —locura— tanto a nivel individual como a nivel social. Todo parece no encajar o todo parece funcionar mal. No obstante y a pesar de esa atmósfera sofocante de sin sentido, la niña se las arregla para desplegar su estrategia de sobrevivir en una ciudad —La Plata— que se caracterizó por ser la más sangrienta y violenta durante la época de la dictadura. Creo también encontrar en el texto una profunda crítica a varias instituciones sociales: la familia, la escuela, la clínica psiquiátrica. Sin embargo, el relato no deja un sabor decepcionante, porque la niña —a pesar de su dolorosa circunstancia— muestra una gran lucidez y vitalidad para enfrentar la vida.
Susana Novick

Aprovecho para agradecer no sólo a la autora, que tuvo la generosidad de dejarme publicar su cuento en el blog, sino a cada uno de los participantes que dejaron sus comentarios, que me escribieron y también a quienes con su lectura silenciosa contribuyeron con el crecimiento de este espacio.

Esta es la última Narradora Rioplatense que leemos en esta etapa del Taller de Lectura a Distancia pero no la última de las actividades de #LaAquateca. Si ya formas parte de la comunidad del blog, seguramente, en los próximos días te estarán llegando más novedades, cuentos, eventos, tips, recursos y otras cuestiones relacionadas con la escritura. Si no, te invito a sumarte.

¡Gracias por tu lectura!

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