Taller de Lectura | Sobre "El asiento de adelante" de Laura Galarza

En el primer encuentro del Taller de Lectura a Distancia de #LaAquateca leímos el cuento "El asiento de adelante", de la escritora Laura Galarza. Muchos de los participantes se entusiasmaron y compartieron sus impresiones sobre la lectura. Comparto un resumen de los principales comentarios: 

«Muy bueno el cuento para comenzar. Al principio cualquier mujer que lo esté leyendo creo que debe pensar lo que yo pensé: por qué deja a Lila sentarse en el asiento de adelante? Una explicación posible sería que quiere "probar" al marido, ver hasta dónde llega. Sones así la hija no puede intuirlo, ella sólo siente asombro y un poco de malestar. El marido está a años luz de la estrategia de su mujer, y cuando se da cuenta ella ha puesto las cosas en su lugar sin que se le haya movido un pelo.»

Irene Fassi

«Me encantó. Es una historia que atrapa desde el primer momento y que mantiene su nivel hasta el final. El escenario y el diálogo entre los personajes y cada detalle hacen que el lector pueda imaginar como si estuviera ahí. Me resultan interesantes aquellas historias de final imprevisto. Durante el recorrido, mientras esperaba una reacción por parte de ambos personajes (la nena o de Lila) llega un desenlace perfecto, un final abierto sin que el suspenso decaiga. Felicitaciones a la autora y felicitaciones por la selección para este taller!»

Sandra Serrat

«Me gustó mucho el cuento y me atrapó desde el comienzo, despertando mi curiosidad acerca de "esa mujer" y los motivos por los la nena repara en ella. Me gusta la fluidez con que se lee. El "asiento de adelante" me hizo acordar un poco a quien se sienta en la "cabecera de la mesa", sobre todo al final. Creo que la descripción simple, casi ingenua, de las actitudes deja en claro cual es la situación en que están los tres adultos, sin necesidad de explicitarla y eso está buenísimo.»

Guillermina

«En principio quiero felicitarte y agradecerte por ésta iniciativa. Me alegró la tarde, je. Respecto al cuento coincido con tus opiniones, es una prosa fluida, las escenas y la secuencia se pueden seguir con claridad. Sin embargo siento que el cuento carece de un punto de no retorno, de alguna trasformación un poco más interesante de alguno de los personajes. Cuál es el personaje principal? La esposa? La niña que narra? Considero que ese re-posicionamiento de la esposa sobre el final no alcanza para sustentar el cuento. Creo que por como está llevado el cuento (muy bien) merecería otra resolución, más jugada, más implicada en algún punto. Qué le pasa a esa mujer que deja que le ocupen el lugar? Qué le pasa a esa niña que es sólo testigo? Bueno, me pasó eso. Agradezco y felicito tb a la autora por ser parte de ésta tarde.»

Damián Pulizzi

«Un cuento interesante, quizá lo mas interesante sea la elección de la hija para relatar. Buena la técnica que utiliza, porque a Lila de entrada la describe como poco maternal -en contraposición al personaje de la madre- y no demasiada cariñosa, solo a través de pocas frases simples y claras. El tiempo del cuento, como va creciendo la contradicción entre la madre y Lila, me gustó, no es exagerado ni explícito. Lo que no me termina de gustar del cuento, y quizá suena un poco irreal, poco comprensible, es el hecho de que el padre invita a Lila a compartir esa vacación, sin consulta previa, suena un poco descolgado.

De todos modos, es un cuento, por lo tanto es ficción, no debemos pedir un naturalismo extremo. Una cosa que se palpa es la clase social a la que pertenecen los personajes: es un cuento que refleja los sentimientos y acciones de una clase media argentina. Y supongo que la autora del cuento pertenece a la misma clase social. Esto no implica un comentario desfavorable sobre la autora. Pero quizá le falta una mirada un poco más crítica de esa clase social a la que se refiere el texto. Se podría haber logrado apelando a la rebeldía natural de los jóvenes, haciéndole decir algo a la hija.

El final es un gran logro: corto, inesperado y muy racional. No sabemos que más va a suceder en esas vacaciones, pero podemos imaginar muchos caminos, y esa posibilidad de imaginar el futuro de los personajes es un mérito de la autora. Por último, con pequeños gestos y detalles se describe de manera certera y lúcida, las actitudes del padre —de los hombres—:esa ambigüedad que suelen desplegar cuando aparece otra mujer en el mismo espacio en que se encuentra la esposa o la pareja; que te hace pensar, desde una mirada de género —y quizá también por experiencias vividas semejantes—¡que pelotudo!»

Susana Novick

«Un cuento preciso e inquietante. Como lector sentí todo el tiempo una incomodidad que no sé si es propia, aunque me inclino a pensar que es por el talento de la autora en haber podido encontrar la voz que lo contaba. Percibí también (y esto a título muy personal) un sentido de inminencia que celebro. El cuento siempre me fue dejando mendrugos estratégicos que alimentaban mi incomodidad predictiva. Muchas gracias Maumy por compartirlo.»

Severo Strafezza

«El cuento de Laura Libros me parece excelente. Tuve el placer de participar de los talleres de Laura Galarza y doy fe de cuánto conoce el oficio, cuestión que bien se ve en este relato. Coincido en la lectura de Maumy en que el cuento remite a Carver, e incluso a los cuentos de Alice Munro. que también sostienen ese estilo de lo no dicho que a la vez se cuela a gritos en lo que se ve. Porque otro rasgo precioso del cuento es que uno ve con los ojos de esa niña, el punto de vista está más que logrado, y es una mirada muy singular y a la vez muy rica. ¡Muchas gracias, Maumy! Un placer este encuentro virtual de hoy»

Victoria Mora

«Conocía El asiento de adelante y es de esos cuentos que uno no olvida fácilmente. Simpleza, tensión dramática muy bien dosificada, una escritura muy clara y el resultado es una historia narrada en unas pocas escenas en las que la autora juega a mostrar y ocultar el conflicto, tal vez por esto que vos señalabas, el narrador es una nena que intuye, percibe y expresa de varios modos su incomodidad, pero no entiende qué es lo que pasa, verdaderamente.

Otro aspecto a señalar es la descripción de los personajes, tres o cuatro pinceladas y listo, Laura elige algún rasgo que destaca en cada uno y con eso basta para darle idea al lector y ubicarlo.

Me gustó la idea del viaje, le da movimiento y fluidez al relato, también los distintos escenarios el interior del auto, el criadero de truchas, el lago, el muelle, la habitación que comparten Lila y la nena, el estar de la cabaña, el lugar donde venden los dulces, los cambios de clima. Para finalizar, diría que el conflicto, ¿celos?¿rivalidad en este caso, entre mujeres?¿necesidad de tener el control? son cuestiones humanas que están todo el tiempo presente en los vínculos y las relaciones interpersonales, la maestría consiste en armar con ellas una historia que nos llegue.»

María del Carmen Allegrone

Estoy más que agradecida con todos y cada uno de los participantes por ese gran entusiasmo lector. 

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¡Seguimos el próximo miércoles!

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