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Me gusta compartir en #LaAquateca ciertos fragmentos que voy pescando a través de la web, o leyendo algún libro, que estén relacionados con la opinión de escritores consagrados, o no, sobre el oficio de escribir. Esta vez escogí un fragmento de una reciente entrevista realizada por Walter Lezcano a la escritora argentina Selva Almada, a propósito de la publicación de El desapego es una manera de querernos, un libro que recopila los primeros relatos de la autora más algunos cuentos que han aparecido dispersos en antologías y revistas.
Dice Selva Almada sobre qué le producía escribir cuentos:
«El cuento me parecía un proyecto más realizable que escribir una novela. Me cuesta mucho sentarme y tener una rutina de escritura. Me parecía que escribir una novela era estar atornillada a un proyecto mucho tiempo y que exigía una disciplina que yo no tenía. Me gusta del cuento la posibilidad de entrar, abrir un mundo, cerrarlo y al poco tiempo abrir otra puerta. Extraño un poco el relato. Y me gusta este tipo de cuento: no me gusta el cuento prolijo o el que respeta el mecanismo del cuento a lo Poe. Me encanta Poe, pero no es el tipo de cuento que me gusta escribir: donde todo está puesto al servicio de la tensión o que cierran con moño no me entusiasman. Me gustan leer y escribir los cuentos que terminan en un momento pero pueden seguir indefinidamente.»
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Fuente: Tiempo Argentino.
Fuente: Tiempo Argentino.
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