[Vía Paulo Neo Blog] |
Hace unos días estuve charlando con Paulo Neo entre otros asuntos sobre Todas las mañanas un muerto. Fue una charla larga y linda que disfruté mucho, sobre las que compartí con los lectores de La Aquateca. Ese día le dejé uno de los ejemplares del libro a Paulo, que me prometió comentarme luego qué le había parecido. Comparto con los curiosos un fragmento de la reseña que escribió este fin de semana a propósito de esa lectura.
En ocho cuentos comprimidos, depurados, minuciosamente elaborados y con mucha “carne” (tal cual lo llama Maumy), la autora nos pasea por tópicos siempre vigentes y bastante conmovedores. Relaciones disfuncionales, violencia de género, maternidades deseadas y no, apariciones inquietantes y creencias populares. Todo ello con un gran trasfondo de inquietud, de sutilezas varias. Un paseo sin grietas, sin fisuras.Brevedad es la premisa que engloba este libro. A modo de prólogo, solo hay una pequeña cita del libro “Cartero” de Charles Bukowski. La misma preludia el cuadro fantástico y aterrador que forman estas historias. Y de alguna manera, anticipa la fluidez y la fuerza que desprenden. No exagero si digo que hay fragmentos que suenan como un verdadero uppercut a los sentidos.
No puedo más que agradecerle a Paulo, con los más grandes aspavientos, sus lindas palabras. Siempre es hermoso tener devoluciones positivas sobre lo que uno escribe, pero que esas devoluciones además vengan de un gran lector hablan de que el trabajo que hacemos está bien encaminado. Y si me hablan de uppercut, tantísima más felicidad (las metáforas boxísticas me encantan).
Los invito a pasar por el blog de Paulo Neo, no solo a terminar de leer esta reseña sobre Todas las mañanas un muerto, sino tantas otras cosas que viene compartiendo en su espacio.