Suelo leer en cualquier época y en cualquier parte. Antes de vivir en Buenos Aires, incluso leía colgada de una uña en un autobusete maracayero, pero ese es otro asunto. La cuestión es que al porteño, y quizás al lector en general y la rara sea yo, le gusta que le recomienden libros para llevarse de vacaciones en verano. Me parece que no deberíamos esperar ninguna época para leer. Así que, tanto si te vas de vacaciones como si no, te recomiendo que aproveches los días de descanso para amigarte con un buen libro. Acá te paso algunos títulos que sugiero desde #LaAquateca.
Son tres libros de cuento publicados por editoriales independientes. Hay mucho de esos sellos que merece ser leído y se conoce poco. Desde que comencé con #LaAquateca, decidí que el espacio fuera una puerta para conocer esos libros. Entonces, comienzo:
✎ El primero de la lista es Tres caminos a la playa, de Martín Hain. Un libro de cuentos que fue reconocido con el primer premio del Fondo Nacional de las Artes, en 2012. Y publicado por la editorial bajo la luna, en 2014. Está compuesto por diez cuentos impecables.
Para mi, el mayor logro de Martín es haber logrado un libro con diferentes registros que se amalgaman, llevándonos por mundos tan dispares como potentes. Es muy fácil internarse en la vida de los personajes que van desde un ingeniero jubilado, pasando por un par de invasores, un ladrón, amigos que se separan y vuelven a juntarse, padres, hijos, extraños. Un popurrí de varones que se interpelan sobre sus vidas y relaciones.
En lo particular, destaco "Bolsillos" por mostrar lo bella y triste que puede llegar a ser una relación entre un padre y sus dos hijos. Como escribí para el blog de la librería La Vaca Mariposa, Tres caminos a la playa es un libro que invita a leer sin prestar atención al tiempo.
✎ El segundo libro que recomiendo es Cada siete segundos, de Sebastián Grimberg, uno de los títulos publicados por la editorial Conejos, en 2014. Fue prologado por Vicente Battista. Y, según Battista, "Grimberg tiene la virtud de atraparnos, desde las primeras líneas de cada una de sus historias y dejarnos sumergidos en la lectura hasta el final", un detalle que no es mínimo para cualquier libro de cuentos.
Yo acotaría que todas sus historias son sólidas, enmarcadas dentro de lo que podríamos considerar el cuento tradicional, Grimberg se maneja con mucha fluidez entre el realismo, la ciencia ficción e incluso la fantasía. Sus once cuentos enganchan y dejan pensando.
Me interesó mucho el cuento "Érase una nariz pegada a una mano" por la aparente sencillez del inicio y lo inquietante del final. Hay mucho más en Cada siete segundos, quien lo lea no quedará indiferente.
✎ El tercero de los libros que recomiendo es Límite Oeste, de Ana Cerri, publicado por peak-a-boo Ediciones, en 2012. Fue comentado el año pasado en el sitio Leedor.com por Gabriela Borrelli Azara.
El libro está compuesto por catorce cuentos que, según Ángela Pradelli, no sólo se leen sino que también se oyen. Me gusta la idea de Pradelli. La prosa de Ana Cerri tiene una música muy particular, cada historia seduce desde el principio.
Destaco los cuentos "Las retamas" y "Límite Oeste", que le da nombre al libro. Uno por la extrañeza y el otro por las hermosas referencias a la vida en el campo y a ese primer encuentro, tal vez imaginario, tal vez no, que daría inicio a la amistad entre la autora y la poeta Diana Bellessi.
A esta altura, el libro quizás sea inconseguible pero no quería dejar de recomendarlo. Si te interesa, puedes contactar a peak-a-boo Ediciones vía Facebook. Tal vez todavía tengan algún ejemplar disponible.
Por supuesto, estas son algunas sugerencias personales. Hay muchos más libros que te podrían interesar para leer en vacaciones. Incluso, es bueno no limitar la lectura al verano. Sería una tontería acotarla sólo a unos cuantos meses, en especial, si te gusta escribir.
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